La Erebia palarica
Chapman, 1905 (conocida vulgarmente como Montañesa gigante o Erebia cantábrica)
es un endemismo ibérico que solamente podemos encontrar en las zonas montañosas
del Noroeste español (Galicia, Asturias, Cantabria, Palencia, Zamora y León), como verdaderas reliquias glaciares, a
altitudes comprendidas entre los 800m y los 2000m aproximadamente y en terrenos
no calcáreos.
Erebia palarica libando rico néctar |
Como todas las erebias, es una mariposa de color marrón oscuro
(para captar mayor radiación solar que les ayude a calentarse) adornada con una serie de pequeños ocelos negros
con el centro blanco que aparecen en la zona postdiscal sobre un fondo de color marronáceo-anaranjado mucho mas claro
y vivo.
Erebia palarica refrescándose en el camino |
Las hembras se diferencian de los machos por presentar una
coloración sensiblemente mas clara además de un mayor número de ocelos.
A primera vista, esta mariposa podría confundirse con una
compañera de généro, la Erebia meolans,
si bien la Erebia palarica destaca
sin lugar a dudas por su gran tamaño, y es que hablamos de la más grande de todas las Erebias conocidas,
con una envergadura alar que puede llegar a alcanzar los 6´5 cm. Además de por el
tamaño, la zona de transición de la basal a la discal en el reverso de las alas
posteriores aparece bastante mas marcada en el caso de la palarica que en el de la meolans, que
presenta un color bastante más homogéneo. Por lo que respecta a la distrubución de ambas,
la Erebia meolans está mucho mas extendida por la península,
encontrándose prácticamente en todos los sistemas montañosos de la mitad norte
del país.
El discreto reverso de la Erebia palarica |
Es sabido que la forma de las escamas de los lepidópteros es
bastante variable de unas especies a otras. Así por ejemplo, las de la Vanessa atalanta presentan forma de
pala o remo, las de la Pyrgus malvoides son delgadas y se van afilando a medida
que llegan al extremo, las de el hespérico Ocholodes sylvannus terminan en doble punta … y las de nuestra
protagonista, la Erebia palarica ofrecen forma de lanza apuntada rematada en
una especie de penacho o pequeño plumero.
Erebia palarica en todo su explendor |
Con un período de vuelo univoltino (finales de
mayo-principios de agosto) estas elegantes mariposas de vuelo bajo, pausado y
suave, raras veces las veremos volar a alturas superiores a los 2 metros
respecto al suelo, seguramente buscando el resguardo de los fuertes vientos que
suelen azotar las zonas montañosas en las que habitan. Para poder observarlas
bueno es saber que gustan de perderse y revolotear entre los brezales y
acercarse a los bordes de los caminos (cuando hay).
La Erebia cantábrica descansando sobre una roca |
Sus ocreáceas orugas se alimentan de gramineas (Festuca
ovina, Poa annua, etc.).
Por último, tal y como adelantábamos en su día, etimológicamente:
Erebo. Cuenta Hesíodo que al principio era el Caos…, después apareció Gea (la
Tierra) y finalmente Eros … Precisamente del Caos nacieron Erebo y la Noche,
dioses de las oscuridades y las sombras.
Palas. Epíteto de la diosa Atenea, hay teorías que la
citan como la hija de esta diosa.
El perfil de la Erebia gigante |
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