domingo, 27 de septiembre de 2015

Brintesia circe: un felino que pocas veces muestra su faz


La mariposa que nos ocupa hoy vuela por gran parte de la Península Ibérica, desde las húmedas tierras del norte hasta la parte más septentrional de Andalucía, eso sí, a Brintesia circe (todavía no tengo claro si su nombre común en español es el de Rey mozo o Rey moro) salvo en Cataluña, difícil será verla volar cerca de la costa en el resto del territorio hispano-portugués.


Mariposa Brintesia circe
Brintesia circe


No son pocas las ocasiones en las que durante mis singladuras sin rumbo fijo a lo largo y ancho de red, arribo a algún bonito puerto en forma de blog o de portal fotográfico donde disfruto con maravillosas imágenes de esta especie. De cuando en vez, alguna de ellas figura con una  identificación errónea o que simplemente le sugiere y plantea bastantes dudas al intrépido fotógrafo. Chazaras, Satyrus, Arethusanas e Hipparchias  (hermione y fagi sobre todo) suelen “tener la culpa” de esta confusión, mariposas en su  gran mayoría de mediados-finales de verano.

Brintesia circe, Rey moro, Rey mozo
Brintesia circe ¿Rey moro o Rey mozo?


Hay sin embargo un detalle, una marca de nacimiento en el reverso de las alas posteriores de Brintesia Circe que nos guiará por el buen camino a la hora de lograr una identificación correcta: la pequeña mancha basal blanca.

Brintesia circe y su mancha blanca basal
Brintesia circe y su mancha blanca basal


Más o menos marcada, prácticamente siempre se apreciará en el reverso de las alas de nuestra Brintesia circe esta marca característica, tal y como vemos en esta serie de fotografías de ejemplares más y menos volados tomadas todas ellas en Galicia.

Brintesia circe sobre vegetación quemada
Malditos incendios!


Si os habéis encontrado a nuestra amiga en más de una ocasión en vuestros paseos por el campo, sabréis u os habréis dado cuenta de que a Brintesia circe no le gusta demasiado posarse con sus alas extendidas mostrándonos el espectacular diseño que engalana el anverso de sus alas, una verdadera pena, y es que a mí (e imagino que a más de uno), nos recuerda a un inquietante felino… una verdadera maravilla!

En este sentido, es necesario aclarar que aunque no acostumbra a posar de dicha manera, en ocasiones, aunque no muchas, sí que lo hace, a diferencia de otras como Colias crocea,  Coenonympha pamphilus por citar dos, que prácticamente no lo hacen nunca.

Como un servidor todavía no ha podido sorprender con su cámara a esta maravilla alada en tal pose, os pongo este enlace a Wikimedia para que juzguéis por vosotros mismos: Brintesia circe.

Nuestra cenicienta mariposa vuela en nuestras latitudes desde entrado el mes de junio hasta mediados de septiembre en una sola generación anual.

Brintesia circe en Ourense
La mancha blanca basal de Brintesia circe no la presenta Hipparchia hermione


Hipparchia hermione
Hipparchia hermione


Antes de poder surcar los cielos, y todavía sin haberse ganado el par de alas, se alimentan de diversas especies de Bromus, Festuca, y otras, poco tiempo después de salir de los huevos que sus madres han liberado en pleno vuelo entre los campos de gramíneas. Después del primer o segundo estadío de crecimiento dejarán de hacerlo e hibernarán como oruga hasta el momento propicio de la primavera siguiente en el que reanudarán su alimentación para pupar hacia mediados/finales del mes de mayo.

Brintesia circe al atardecer en Monterrei (Ourense)
Una Brintesia circe de final de verano al atardecer en Monterrei (Ourense)

Brintesia circe volada
Un ejemplar volado de Brintesia circe en Ourense, cerca ya de Zamora