martes, 17 de febrero de 2015

La Procesionaria del pino: Thaumetopoea pityocampa y sus procesiones al anochecer



Desde mediados del pasado mes de enero asistimos a un acontecimiento singular que se repite año tras año allá donde habita Thaumetopoea pityocampa, una mariposa nocturna de la familia Notodontidae. 
Es al anochecer cuando las procesionarias bajan de los pinos en busca de alimento
Es al anochecer cuando las procesionarias bajan de los pinos en busca de alimento
Dos o tres meses antes de que las archiconocidas procesiones de Semana Santa inunden las calles de nuestras villas y ciudades, las Procesionarias del pino descienden cada anochecer en grupo de los pinos en los que habitan, y bien organizadas en fila india, guiadas por una hembra, recorren con nocturnidad los pinares en los que residen y se alimentan sin parar hasta que lleguen las primeras horas de la mañana siguiente, cuando nuevamente se reúnen y retornan a sus nidos de seda en aquel pino que les sirve de residencia.
Nido de Procesionaria del pino
Nido de Procesionaria del pino
Thaumetopoea pityocampa, la Procesionaria del pino
Thaumetopoea pityocampa, la Procesionaria del pino
El “truco” que utilizan en sus viajes de ida y vuelta, y que les ayuda a orientarse y saber volver a casa, no es otro que el de ir dejando un fino hilo de seda durante el viaje iniciático del anochecer, el cual, a la hora de la vuelta, será necesario recorrer en sentido contrario para poder regresar sin perderse, al calor del hogar.
Pequeña procesión de Procesionaria del pino
Pequeña procesión de Procesionaria del pino
La procesionaria (así la conocemos por extensión) o Procesionaria del Pino, no es la única en comportarse de esta manera, todas las integrantes de la familia a la que pertenece, Thaumetopoeidae, presentan un comportamiento gregario similar.

La oruga de Thaumetopoea pityocampa que dirige la procesión marca el camino
La oruga de Thaumetopoea pityocampa que dirige la procesión marca el camino a seguir
Si nos detenemos a analizar visualmente las orugas de Thaumetopoea pityocampa, vemos que éstas no son de gran tamaño, apenas llegan a los 3 cm. Su cuerpo negruzco está recubierto lateralmente por pilosidades blanquecinas y una serie de penachos que brotan de verrugas de un color más o menos rojo y que aparecen dispuestos dorsalmente a lo largo de todo su cuerpo.

La oruga de Thaumetopoea pityocampa
Vista de detalle de la oruga de Thaumetopoea pityocampa

Oruga de Procesionaria
La oruga de la Procesionaria
Si bien es cierto que resulta un espectáculo visual la contemplación de estas espectaculares procesiones, no debemos despistarnos y guardar siempre una distancia “de seguridad”, y es que nuestras protagonistas, son extremadamente urticantes, y al contacto con la piel humana, o de otros animales, puede producir una gran serie de ronchas, que incluso, en el caso de pequeños animales que puedan llegar a ingerirlas (perros, etc.),  pueden llegar acabar con su vida.
Todas las orugas de procesionaria siguen a la que va en cabeza
Todas las orugas de procesionaria siguen a la que va en cabeza
Llegada la primavera, nuestras protagonistas poco a poco irán “independizándose”, abandonarán el nido común en el que crecieron con sus hermanas, para pupar enterradas bajo el suelo y avivar en la estación estival, ya sea la del propio año en curso o del venidero, y es que como otras, puede permanecer más de un año en fase de pupa bajo el suelo sin eclosionar.

La procesionaria en procesion
La Procesionaria en procesión
Las comunidades de Thaumetopoea pityocampa pueden llegar a convertirse en verdaderas plagas de los pinares, siendo su localización bastante sencilla por la espectacularidad de los nidos de seda en los que habitan las distintas “familias”. Si queremos observar los nidos, deberemos extremar siempre las precauciones si no queremos llevarnos un serio disgusto, y es que éstos están repletos de pelillos urticantes utilizados por las orugas para defender su hogar de los depredadores. Cierto es, que tal y como señalan Masó y Pijoan en “Observar mariposas”, determinadas especies se han especializado en la captura y degustación de este delicioso manjar (para ellos), para lo que han sufrido una serie de adaptaciones que, en el caso del Críalo (Clamator glandarius), por ejemplo, les permite invadir los nidos sin sufrir daños aparentes.

El camino se hace al andar
Decía el poeta: "Caminante no hay camino, se hace camino al andar..."
Orugas de la Procesionaria del pino
El camino a seguir ...
Detalle de la unión en procesion
Detalle de la unión en procesión de Thaumetopoea pityocampa: cabeza-segmento anal
Si queréis ver el imago de esta especie podéis hacerlo pinchando en el siguiente enlace.

martes, 10 de febrero de 2015

Operophtera brumata, una mariposa de invierno

La que nos ocupa hoy es una discreta mariposa nocturna de la familia Geometridae, su nombre científico es Operophtera brumata, un pequeño lepidóptero que los británicos, que tienen mucha tradición en esto de bautizarlas con nombres populares, han dado en llamar Mariposa de invierno (Winter moth), mientras que en el país vecino, al otro lado de los montes Pirineos, nuestros vecinos franceses la conocen como “La Phalène brumeuse” o Polilla de la niebla.


Operophtera burmata
Operophtera burmata

Así las cosas, no será difícil darnos cuenta de que se trata de una mariposa a la que no le gusta demasiado el calor, y por lo menos, por lo que a Galicia se refiere, parece que el máximo apogeo en sus emergencias se produce los primeros días del año, durante todo el mes de enero.


Otro ejemplar de Operophtera burmata
Otro ejemplar de Operophtera burmata

Hay una serie de aspectos que me han llamado poderosamente la atención durante el conjunto de observaciones que he podido llevar a cabo durante los dos últimos años a varios ejemplares de esta especie de aspecto tan frágil.

  • El primero de ellos, es que no resulta extraño encontrarnos en ocasiones a Operophtera brumata con las alas plegadas sobre la vertical de su cuerpo, de la misma manera que lo hacen muchos de los ropalóceros, a los que nos referimos habitualmente como “mariposas” y que vuelan durante el día de flor en flor o de posadero en posadero y que diferenciamos por este hecho de los heteróceros, “polillas” o “mariposas nocturnas” (si bien en más de una ocasión ya hemos comentado que ésta es una separación un tanto artificial, y muchas de las que se consideran nocturnas presentan hábitos de vuelo diurnos).

Operophtera brumata posada con las alas en vertical
Operophtera brumata posada con las alas en vertical

No es habitual este comportamiento entre las mariposas nocturnas, las cuales, como ya hemos señalado en anteriormente, descansan con las alas en plano horizontal, tapando el par delantero al trasero, a modo de tejadillo.
  • El segundo de los aspectos a los que antes hacía referencia, no es otro que un acertado mecanismo de defensa que la ayuda a no ser devorada por sus depredadores. Así, Operopthtera brumata, cuando se ve acosada o en peligro, no duda en “hacerse la muerta”, replegando sus alas y dejándose caer al suelo o superficie donde esté, simulando yacer como cadáver, lo cual, verdaderamente no la hace muy apetecible para servir como menú …

Operophtera brumata simulando estar muerta
Operophtera brumata simulando estar muerta
  • Otro aspecto destacable, es que as formas más habituales de nuestro pequeño geométrido acostumbran a presentar tonalidades ocres tirando a claro, son los ejemplares típicos de la especie, sin embargo, también nos podremos encontrar con algún que otro ejemplar melánico como el que podéis ver a continuación y que descansaba en una pared en Cerdedo (Pontevedra) no hace demasiados días.


Ejemplar melánico de Operophtera brrumata
Ejemplar melánico de Operophtera brrumata

  • Un detalle más antes de terminar por hoy. Normalmente, los ejemplares de Operophtera brumata que nos encontramos descansando sobre paredes, bigas, tejas, et., suelen ser casi siempre machos, muy fáciles de distinguir de las hembras, ya que éstas, al igual que las de alguna que otra especie, carecen prácticamente de alas, y es que su anatomía está diseñada para una finalidad prácticamente reproductiva. Se hacen imago para reproducirse y después morir, por lo que no necesitan para nada los apéndices alados, que en su caso son tan residuales que no son aptos para el vuelo.

Operophtera brumata hiberna como huevo y acostumbra a pupar hacia el mes de mayo. Su período de vuelo abarca desde el mes de noviembre hasta bien entrado el mes de febrero, no resultando extraño encontrárnosla en medios urbanizados.
A medida que crece como oruga se alimenta de frutales como el peral o el manzano y de otras muchas especies vegetales, como robles, abedules, avellanos, etc.

Perfil de Operophtera brumata
Perfil de Operophtera brumata
Todas las fotografías que ilustran esta entrada han sido tomadas en diferentes lugares de la provincia de Pontevedra, como el propio municipio capitalino, Cercedo, Cotobade o Cangas do Morrazo durante el mes de enero que acabamos de despedir este año 2015.